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Omar Rincón disertó en la última reunión de equipo de ICEPUNQ

 

El reconocido investigador y académico colombiano, Omar Rincón, intercambió con los integrantes de ICEPUNQ los avances e interrogantes planteados en su libro "Zapping TV. El paisaje de la tele latina". A continuación la relatoría del encuentro.

 

La dinámica comenzó con una breve exposición de Rincón de los textos y los motivos de su inclusión en el libro. Luego siguieron las preguntas y las respuestas.

 

Rincón sobre el capítulo de La Ferla:

 

La televisión sigue viva y se come todo. La TV se mezcla con todo porque no le importa ser bastarda.

 

Pero la TV fue conservadora en su estética narrativa. No innova por si misma sino que busca en otros lugares (arte, cine, etc.). La TV brasileña si innovó y es hija de Glauber Rocha, que en 6 meses creó el estilo narrativo de la televisión brasileña.

 

Rincón sobre el capítulo de Machado:

 

Machado trabaja las estéticas visuales en la tele. Machado dice que cuando a uno le preguntan por el cine, uno recuerda las 10 mejores películas de cine, y cuando preguntan por la tele, uno piensa en lo peor que pasó en la televisión. Nadie repara en la cantidad de malas películas que se hacen y nadie repara en los buenos programas de tele.

Hay que investigar la televisión y su unidad es el programa para Machado. Debe investigarse esa unidad y no el mensaje. Entonces, propone investigar programas insignias en América Latina. El Chavo por ejemplo. Entonces ahora podemos investigar series.

 

Rincón sobre su capítulo:

 

Propongo pensar la tele desde las estéticas y los contenidos. Entonces pensar lo narrativo más que el contenido. Atender al formato.

Para entender un formato hay que pensar las pantallas desde los rituales que se producen. Esto lo dijo Benjamin, lo que cambió con la reproductibilidad técnica fue el ritual de acercarse al arte

Por eso yo tengo una preocupación estética y narrativa. Si pensamos en transmedia, entonces tenemos que proponer formatos pensando en que cada pantalla narra de modo diferentes. Diversidad de pantallas, de narrativas, de rituales, de mercado.

El problema de la televisión en América Latina es imitar formatos y no innovar formatos, pensando en que el formato es neutro. Telesur no innovó formatos y repitió a la CNN. Pero nunca respetó a la cultura latinoamericana desde los formatos y desde los lenguajes.

¿Qué significa esto de las las culturas bastardas? Que no sabemos quiénes son nuestros padres estéticos y narrativos. Pero tenemos una sola madre que es la cultura local. La música es donde mejor se ve eso. La cumbia es translocal, porque está en todas las culturas de modo diferente. Toma de todos lados pero mezcla de manera local. Debemos practicar las culturas bastardas.

Practicar ciudadanías celebrities. Porque la tele permite explotar el ego de la gente. Las pantallas públicas deberían poner a la gente más en pantalla para explotar su ego. Para mostrar a la gente y no contarla.

La academia no da cuenta de estos fenómenos. Hablamos de transmedia pero se sigue enseñando comunicación en forma compartimentada. No se enseña a producir audiovisual en flujo, pensando en los transmedia.

Yo creo que tenemos que dejar pelear con decir televisión pública y llamarle televisión gubernamental y listo. Pero eso un debate con Martín de siempre.

 

Martin Becerra: Algo pasa en los discursos de los políticos y los periodistas que recuperan todo el tiempo la idea de una televisión pública, cuando no existe y nunca existió. Todos dicen cómo tiene que ser la televisión pública, pero lo dicen una vez que no están en el gobierno. Pero el imaginario sobre esa televisión pública está, por más que no se ejercite, con lo cual algo se puede hacer.

 

Rincón: Además todos los gobiernos piensan que el pueblo no sabe ver televisión en su gestión de los medios. Pero los comerciales si toman lo que aparece del pueblo para hacer industria.

Venezuela contrató a españoles de Podemos para hacer telenovela social. Un fracaso. Cuando los que mejor hacen telenovelas somos nosotros, los colombianos y venezolano. La televisión es estética de la repetición. Las variaciones son las que nos convoca, pero las variaciones en la repetición. La innovación es arrancar con la comida de ellos pero incluir lo nuestro.

En México Televisa compra todas las telenovelas de América Latina para que nadie las vea y no se cambie el gusto. Pero después hacen una versión propia con su estética. México sabe que mientras menos diversidad estética se muestre, menos tiene que innovar. Pero se debe conectar con la sensibilidad pública para que logre cierto éxito. La innovación se produce en el tono, por eso el Patrón del Mal funciona y no funciona la seria de Escobar de Netflix. Porque el relato no encaja en nuestra sensibilidad pero si entra bien en Estados Unidos y Europa.

 

Santiago Marino: ¿Como ves el proceso brasileño cuando alguien por fuera de la industria con un objetivo diferente lo puede hacer frente a Globo, como ocurre ahora con Moises?

 

Rincón: Hay que investigar a Globo y Televisa porque son casos particulares. Porque Globo es defendida por todos en Brasil, porque Globo está en todos lados y financia a todos los vinculados con las comunicaciones. Esta reunión si se hiciera en Brasil la financiaría Globo.

En Globo tienen un departamento de investigación que no tienen en ningún lado para seguir las telenovelas paso a paso. Están midiendo con la gente, mirando la tele con la gente para medir el pulso de lo que están emitiendo.

Globo se reúne con el Gobierno brasileño para saber qué temas están interesados en tratar.

A Globo le interesa la brasileñidad, pero no en temas actuales de su país. En Argentina, en cambio, se interesan en temas concretos. En Globo no quieren molestar a nadie. A los ejecutivos de medios en Argentina y Colombia no les gusta la realidad, entonces hay desprecio por eso.

El fracaso de la novela neutra de Miami es muy significativa. Además se quitan los dialectos y la ubicación. Pero el problema es que desde Miami piensan que no es un problema de ellos. Para ellos fue un éxito comercial porque lo vendieron a todos lados, aunque no engancha con la sensibilidad local.

En el mundo árabe la telenovela mexicana es educativa, porque para ese mundo árabe es una innovación para ellos en términos de las demostraciones de afecto y de trato hacia las mujeres. Las mujeres árabes lo miran y les gustaría sentirse alagadas. La gente decide la utilidad de la televisión y no otros.

 

Paola: Pensando en los tiempos y las narrativas. ¿Cómo ingresan contenidos y narrativas que no parecen dar con la sensibilidad local?

 

Rincón: Nadie discute la oferta de contenidos en el cable. Y ahí las productoras yanquis negocian con mucho poder para imponer sus canales. Si el cable quiere un canal tiene que comprar todo el paquete. Y eso no se discutió en ninguna agenda de regulaciones.

Los formatos son formas de mirar el mundo. Yo llamo imperialismo a las cuestiones de formatos y no al contenido. Eso paso en un documental de Vinicius de Moraes en Discovery que no salió.

La televisión no es correcta es como la sociedad que la produce, es contradictoria.

Los televidentes siempre se justifican diciendo que lo que se produce en otro lugar es problema de ellos y no nuestro. Es lo local lo que nos genera reconocimiento, Barbero lo decía: En la cultura popular uno busca reconocimiento y no conocimiento. Entonces en los medios se busca reconocimiento.

Lo más grave de las series es esa imposición de formatos. En la tecnocracia yo creo que hay que volver a investigar lo local, la cultura.

 

Raúl: Hay una polémica con Machado que vos tenes sobre la unidad a analizar. Por eso me lleva a pregunta cómo meter desde nuestras investigaciones la cuestión de la programación, con qué herramientas metodológicas? Y otra pregunta: ¿A vos te parece que el desarrollo de las series como innovación puede resolver el conservadurismo de la tele en América Latina?

 

Rincón: ¿Qué es lo investigable de la investigación? ¿Cómo se representa en la televisión?

Se investiga mucha audiencia porque se estudia fácil, los pobres se estudian fáciles. Porque lo difícil es investigar la relación entre las elites y la producción. Cobardía académica. Investigamos lo que se deja investigar y no lo que se resiste.

Machado investiga los programas. Creo que los programas era el centro de investigación en el siglo XX, porque había pocos programas importantes. Pero ya no más. Además, la semiología pegó en el sur, pero no en el norte de América. Arriba somos más culturalistas. Entonces son dos entradas diferentes en esa polémica. Por eso yo pienso como Gramsci que lo popular se cuenta en relatos y no en conceptos. Por eso yo critico a El Patrón del Mal pero no desde lo moral, sino que lo pienso desde el relato. Por eso creo que desde el relato se intentó cuestionar a Pablo pero se lo terminó mitificando, pero fue un problema del relato, no de los significados.

 

Alejandro: ¿No hay en Pablo Escobar la contradicción de la cultura popular?

 

Rincón: Creo que sí. El rango popular del cielo valoral es lo que te lleva al rating. Si vas contra eso, pierdes. Hay que preguntarse qué de lo popular se capta en los programas para que tengan éxito.

Las series nos llevan a experiencias transversales. El mejor formato que conocí es el de Poloseki. Después estuvo Pergolini con El rayo que lo innovó. Futbol de Primera renovó el formato futbolístico. Y ahora Capusoto  es el genio del formato. En Capusoto la referencia está en lo estético y en lo narrativo. Desde ahí nos convoca. Hacer metarelatos frente a la cultura audiovisual y eso es una experiencia transversal. Y eso se hace poco en la televisión pública porque generalmente es todo documental. Pensar formatos culturalmente localizados.

 

Santiago: ¿Qué autores te parece que podemos leer para hablar de estas cosas?

 

Gonzalez Requena, Morley, Silverston, Williams. Tenemos los sociológico y lo cultural de la televisión, pero pocos entran en el fenómeno de la televisión como artefacto cultural. Nadie habla del producto textual narrativo. Meterse a analizar el formato televisivo. No hay mucho y tenemos que tomarnos en serio la carne televisiva.

Por ejemplo, cuando Mirta Varela piensa en la incidencia artística de Glauber Rocha en la televisión brasileña. Eso es muy valioso. Pensar en lo problemático de House of Cards desde lo narrativo porque el personaje te hace cómplice de su acción corrupta cuando te habla directo a vos.

Desde la crítica de televisión aprendí algo. Cuando me metí a hablar del formato, del personaje, etc., se empezaron a molestar con lo que decía. Porque eso fue al centro. Entrenamiento en formatos narrativos, estéticos televisivos.

Recupero de Martel la defensa del entretenimiento. Apadurai dice que el poder de Estados Unidos en la globalización de las formas. Primero en la forma democracia gringa, que esa esa forma. Y la otra es la forma de entretenimiento. Entonces Martel dice que somos hijos de la cultura gringa y la cultura propia. Y eso es que somos. Que esa matriz del entretenimiento está presente y cómo se puede intervenir eso es una pregunta.

Me case con un boludo. Solo sirve para los argentinos. Es un relato potente de lo local, pero vende el guion a todos lados para que lo acomoden.

Los barbaros de Barico. Ese libro cuenta esas culturas bastardas. Relato de la cultura ilustrada del siglo XX que se siente amenazada. No pensar que lo de atrás ya fue, sino pensar en qué nos estamos convirtiendo. Pensar benjaminianamente dice Barico.

Las series son machistas. Los héroes son ambiguos y eso es seductor. Pero cuando las mujeres son protagonistas no es seductor que sean ambiguas. Se consolida que la mujer tiene que ser pura porque si es ambigua da miedo. 

La lógica de formato y la lógica política. En el final de las series puede verse el encuentro entre eso. La invitación a que todo lo vean como un formato.

Tenemos que hacer categorías de análisis que nos sirvan para producción. Para qué tanto estudios de audiencia si no nos sirve para darle herramientas al guionista, por ejemplo. Hemos formado buenos estudiosos pero pésimos productores.

¿Conoces estudios de audiencia que den cuenta del paso de producción programa a producción desprogramada?

En sus mediciones de rating todos los canales broadcasting bajaron su audiencia respecto a décadas atrás. Lo de Netflix es más discutible su éxito porque genera éxito en la superficie de las discusiones mediáticas sobre sus contenidos, pero es discutible su verdadero éxito.

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